A pesar de todo el tiempo transcurrido desde el inicio del proceso de aplicación de los estándares internacionales, es muy común ver que contadores y empresas no han realizado cambios significativos.
Posiblemente, porque piensan que no hay que hacerlos, que no son necesarios, o que se han dicho tantas cosas que es mejor no hacer nada porque nadie supervisa, nadie exige, y cuando surja algún problema, algo se hará para solucionarlo.
Otro grupo de profesionales, en medio de las innumerables ocupaciones y responsabilidades que atienden, buscan un espacio para leer libros e incluso convencer a sus jefes para que auspicie el pago de algún curso.
Sin embargo, cuando inician el estudio y empiezan a encontrar el camino que hay que recorrer, se sienten perdidos, confundidos y desisten de su lucha para terminar aplicando alguna solución “práctica” a las distintas situaciones de la vida real que necesitan ser resueltas. Habitualmente se recurre a plantillas realizadas por otras personas, ajustes extracontables a las cifras que se presentan en los estados financieros y sus notas, y cualquier otro “truquillo” que simplifique el trabajo.
Como resultado de lo anterior, al hacer una autoevaluación, se sienten frustrados, nerviosos, preocupados e incompetentes, por las implicaciones profesionales y legales de su trabajo, máxime cuando se les paga apenas lo suficiente para vivir y no más. No se valora el trabajo realizado y no ven ninguna ventaja en implementar los estándares internacionales, por el contrario, pareciera que implica más trabajo y todo por la misma remuneración.
Para encontrar una posible solución a esta situación como la que hemos planteado, tratemos de entender el problema.
¿Incide la Edad? Probablemente, a medida que avanzamos en edad cuesta más esfuerzo aprender. Los jóvenes tienen una pequeña ventaja que facilita el aprendizaje, pero la edad entrega experiencia valiosa que se debe aprovechar, esto puede suscitar y motivar la conformación de grupos de estudio de distintas edades. Recuerde que siempre se aprende lo que se quiere o se necesita.
¿Las NIIF son fáciles o complejas? Pues hay de todo, hay transacciones que se continúan reconociendo de la misma manera, otras con algunos cambios, y otras si, totalmente diferentes. Por eso, es conveniente establecer si las transacciones que realizamos tienen algún grado de modificación. ¡Pero cuidado! Hay que realizar un buen análisis porque existen “viejas costumbres” muy arraigadas, que pueden hacernos confundir.
¿Cómo sé que debo cambiar y que debo mantener? La solución inicia con las transacciones cotidianas, por ejemplo, facturar, siempre hemos creído que la factura es el soporte de un ingreso, pero eso es falso, ¡Es todo lo contrario! Cuando se genera y reconoce un ingreso se debe facturar, es decir, la factura es una consecuencia y un sustento legal.
Como puedes ver aparentemente no hay cambios y se hace necesario leer la NIIF/IFRS 15 (Plenas) y la Sección 23 (Pymes), según sea el marco aplicado, para tener claro el momento del reconocimiento y el valor de la transacción. Así mismo, identificar si existen obligaciones futuras contenidas en el valor facturado que implique el reconocimiento de un ingreso diferido. ¡Si este concepto no es claro, podría haber consecuencias tributarias!
Permíteme sugerir la siguiente metodología:
- Leer personalmente la norma internacional, abordando cada tema con las situaciones, transacciones y casos que enfrenta cada entidad
- Establecer si lo que se está haciendo requiere realizar cambios. ¡Si tienes dudas es mejor preguntar! Pero hay que saber a quién preguntar. El cambio puede ser simple o requerir un trabajo adicional.
- Si hay que hacer cambios, se debe conocer si el programa contable tiene alguna solución tecnológica para ayudarnos, bien sea en la ejecución, el control, o incluso la automatización.
- Hay que evaluar los efectos fiscales, y para ello, debemos acudir a la norma tributaria para identificar si existe alguna excepción, o si, por el contrario, es la misma metodología contable. ¡Cuando sea diferente posiblemente tenemos que aplicar el impuesto diferido! Lo anterior, si se trata de una diferencia temporal, porque una diferencia permanente no genera impuesto diferido
Esto es el círculo que debes realizar en cada tema estudiado. ¡Ánimo!
En conclusión, si encuentras que las NIIF son muy complejas y aburridas, demasiado difícil de enfocar, especialmente después del trabajo duro de cada día y jornada completa, es porque tienes un problema metodológico. ¡Y tiene solución!
A pesar de todos estos obstáculos, intente leer la norma, pero busque ayuda adecuada para aclarar dudas y valide la respuesta, y luego cuando los vuelva a leer posiblemente haya disminuido su desconocimiento. ¡No crea en fórmulas mágicas porque no existen!
Si hace cursos, asista a ellos, haga evaluaciones, y si las pierde ¡Mucho mejor! Se está dando cuenta a tiempo que todavía no ha aprendido. Trate de aprender de otros colegas o sus jefes, si ellos ya han logrado entender. Posiblemente ha tenido malas experiencias en el pasado, por eso no ha ocurrido ningún avance significativo y usted sigue sin entender. ¡Rompa el molde y reinicie!
Cuando todavía se sienta inseguro en la aplicación del estándar, y en especial de las nuevas NIIF que se vayan emitiendo, no se deje confundir con el hecho que hay que hacer una u otra situación adicional. Primero, establezca prioridades, buscando entender la aplicación práctica de las NIIF, y para cada tema nuevo, identifique lo que no entendió.
Eso le permitirá entender progresivamente cada tema, incluso el susto que le produce los impuestos diferidos, o el manejo de los instrumentos financieros, incluyendo las coberturas, la Propiedad, Planta y Equipo con sus revaluaciones y los efectos en el Otro Resultado Integral, las diferencias con las Propiedades de Inversión y así sucesivamente.
Esperamos haberle dado una nueva visión de este tema que está revolucionando el mundo contable, y que ahora, también tiene efectos fiscales, especialmente en la estructura de los conceptos y elementos fundamentales.