La sección 2.6 de las NIIF pyme determina que hay materialidad cuando pueden influir en la decisiones económicas que los usuarios tomen a partir de los estados financieros. “Esta aclaración enfatizaría que las decisiones sobre materialidad o importancia relativa reflejan las necesidades de los usuarios principales, no las necesidades de cualquier otro grupo” (IASB, 2015, 23). Se debe recordar que el usuario de las NIIF está enfocado a un tercero (Inversionista, proveedor o acreedor), que tomará decisiones para procesos de crédito, licitaciones, proyectos, evaluación de la estabilidad de la organización, comparar tamaño económico, medir riesgos de crédito y tasas de crédito, entre otros. Por lo tanto, la materialidad no se evalúa desde las necesidades de la gerencia.
La sección 2.6 dice que la no materialidad, no se puede tomar como soporte para no corregir desviaciones no significativas con el fin de conseguir una presentación particular de la situación financiera, del rendimiento financiero o de los flujos de efectivo de una entidad. Es necesario que la materialidad no disminuya la fiabilidad de los estados financieros. Pues puede haber políticas contables que determinen sesgos que afectan razonablemente la revelación.
En los estados financieros parece haber partidas que individualmente (por contrato) no son materiales, pero que en su sumatoria crean rubros importantes. Debe analizarse que las partidas vistas individualmente no posibilitan evaluar la materialidad. Por ejemplo: Una empresa vende lápices de $ 500 pesos, como no es material cada uno de los lápices, no se contabiliza los inventarios de $500.000.000 de pesos en lápices que se tiene. Lo otro, es que la materialidad debe también sumarse en distintas categorías, porque individualmente las categorías pueden no ser representativas, pero la sumatoria de no materialidades en distintas categorías pueden llevar a ser material, y pueden servir para mostrar la entidad con mayor robustez ante terceros, que es la importancia de la información NIIF, mostrar solvencia de la entidad (IASB, 2009, FC1.34). Hay partidas que en sí mismas no son materiales, pero en la logística de la empresa son muy importantes controlar, dado que afectan el proceso de los ingresos. La materialidad no solamente está determinada por la magnitud, sino también por la naturaleza de la categoría o ambas (IASB, 2015, 22). Entonces hay categorías que por importancia relativa, la contabilidad debería controlarlas.
La NIC 8.6 determina “si una omisión o inexactitud puede influir en las decisiones económicas de los usuarios, considerándose así material o con importancia relativa, requiere tener en cuenta las características de tales usuarios”, por lo tanto, la evaluación de revelar se hace desde la necesidad del tercero y no del usuario interno de la empresa. “En consecuencia, la evaluación necesita tener en cuenta cómo puede esperarse que, en términos razonables, usuarios con las características descritas se vean influidos, al tomar decisiones económicas.”
La parte B del marco conceptual determinar que “aunque la materialidad o importancia relativa es dominante, no es una restricción en la capacidad de una entidad que informa para presentar información” Por lo tanto, la materialidad debería analizarse en concordancia con la característica cualitativa de costo-beneficio, dado que dejar de controlar una categoría puede producir riesgos de costos por apropiación indebida de activos (IFAC, 2009, NIA 240).
Unos de los objetivos de la información contable ante los usuarios principales “es la protección de los recursos de la entidad contra efectos desfavorables de factores económicos” (IASB, 2009, OB4). Por lo tanto, la contabilización facilita el control, asignación y distribución de los recursos por semestre, unidades, personal, etc., además de mejorar la asignación de los costos.
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