Las situaciones más habituales, incluyendo las dificultades, con las que se encuentra el contador público, cuando se enfrenta a la aplicación de los Estándares Internacionales, tienen solución.
Inicialmente es conveniente tener en cuenta esta frase: “Los Estándares Internacionales no son tan difíciles como se piensan, pero tampoco tan fáciles como se aparentan presentar”. El secreto básico es la lectura directa del estándar para formar un criterio personal y la ayuda idónea para poder despejar las dudas.
Mencionemos algunos de los errores más frecuentes:
Error #1: No verificar lo que se dice de las NIIF. Muchas cosas son acertadas y otras tienen la subjetividad propia de quien la expresa. Es necesario conocer el fundamento técnico de lo que se argumenta.
Error #2: “Ajustar” las políticas contables a los requerimientos fiscales. Es muy común que las empresas sesguen su información financiera únicamente con fines fiscales. La entidad le da mas importancia al efecto impositivo que a la información financiera, perdiendo de vista sus verdaderos índices de rentabilidad y la valoración de sus activos, entre otros.
Error #3: No entender el principio de acumulación o devengo. Los documentos, entre ellos la factura, no siempre indican que se realizó una transacción, posiblemente es la confirmación de un hecho pasado, y en algunos casos, una situación futura.
Error #4: Ignorar el Principio de Esencia sobre Forma. A menudo es lo mismo, pero no siempre. Es necesario conocer el objetivo de las transacciones. Existen transacciones que son confusas debido a cláusulas contractuales o convenios de mutuo acuerdo que buscan cambiar el sentido de la negociación.
Error #5: No realizar Deterioros ni Estimar Pasivos por Provisiones. El estado de resultado es manipulado con mucha frecuencia. En ocasiones se “necesitan” gastos y en otras no reconocerlos bien sea porque disminuyen la utilidad o porque no tienen efectos fiscales. Los activos no deben estar sobrevalorados, así como, no se pueden ocultar obligaciones (pasivos) ya existentes.
Error # 6: Confundir cambios en políticas con cambios en estimaciones. Los cambios en políticas buscan una mejor información a través de la obtención de una nueva base de medición, o mejorar los criterios de reconocimiento y presentación. Por esta razón sus efectos son retroactivos.
Los cambios en estimaciones implican juicios profesionales, sin criterios subjetivos, que permitan identificar si existen deterioros, si una propiedad, planta y equipo tiene un valor residual, o si la vida útil es el tiempo que se va a utilizar un bien. Por eso, sus efectos son prospectivos.
Error #7: Omitir corregir un error y disfrazarlo como cambios en estimaciones. El temor a una sanción o incluso un llamado de atención, hace que se manipulen estos conceptos, desconociendo los efectos financieros en el análisis de la información.
Error #8: Omitir información relevante sobre transacciones con Partes Relacionadas. Esto ocurre cuando se oculta información relacionada con préstamos sin garantías ni intereses, y gastos por remuneración indirecta ambas realizadas con gerentes-propietarios. Los indicadores y análisis financieros quedan en duda debido al sesgo de la información.
Error #9: No aplicar el Impuesto Diferido. Las diferencias entre las políticas contables y los requerimientos fiscales se “ajustan” a los fines fiscales para no generar diferencias temporarias. Por lo anterior, la entidad no conoce el monto de impuestos pagados anticipadamente, recuperados, no recuperados y las obligaciones futuras de impuestos, afectando los resultados y la distribución de utilidades.
Error #10. Realizar revaluaciones para mejorar indicadores financieros. En algunas ocasiones se recurre a mediciones del valor razonable únicamente con el fin de generar mejores indicadores. Se realizan ajustes, tales como, clasificaciones de inmuebles a propiedades de inversión cuya revaluación afecta los resultados y mejora la rentabilidad sin efectos fiscales, o bajar el endeudamiento revaluando las propiedades, planta y equipo.
Algunas de las situaciones expuestas faltan a la ética profesional, quizá suscitada por la coerción y el miedo a perder un cliente, sin embargo, esas actuaciones pueden convertirse en ilegales.
El hecho que el estándar internacional ofrezca distintas metodologías para la medición de activos y pasivos, no significa que sean utilizadas como un “menú a la carta”, utilizándolos a la conveniencia y necesidades de información de la empresa, bien sea con fines fiscales o para la obtención de créditos.
Realmente nos gustaría saber:
¿Cuál es su mayor problema en la aplicación de las NIIF?
¿Qué le parece particularmente difícil?
¿El problema es contable o fiscal? Y
¿Qué es lo que necesita para ayudarle?
Cuente con nosotros, pues tenemos varias alternativas de solución a tus interrogantes, pero en todas ellas se necesita que estés dispuesto a destinar tiempo y dedicación al aprendizaje.