Cuando se selecciona y aplica una política contable, se deben analizar las normas (incluyendo las interpretaciones en el caso de Plenas) que se deben aplicar a la transacción evaluada, un evento o una condición. Ahora bien, cuando no exista una norma o interpretación a una transacción específica, un evento o condición, la administración debe elaborar y desarrollar la política que se utilizará, de manera que al presentar la información contenida en los estados financieros sea relevante para las necesidades de toma de decisiones de los usuarios.
Adicionalmente, los estados financieros deben:
- Presentar de forma fidedigna la situación financiera, el rendimiento financiero y los flujos de efectivo de la entidad;
- reflejar la esencia económica de las transacciones más allá de su forma legal, extensivo a los eventos o condiciones; y
- Ser neutrales (libres de sesgo), conservar una prudencia objetiva, e incluir la totalidad de la información teniendo en cuenta la materialidad de la misma
Al hacer estos juicios y aplicar criterios, la administración debe basarse para aplicar las siguientes fuentes de información (en el siguiente orden):
- Los requerimientos establecidos en las normas que abordan temas similares y relacionados;
- Las definiciones, criterios de reconocimiento y conceptos de medición para activos, pasivos, ingresos y gastos que se detallan en el Marco Conceptual del IASB; y
- Los pronunciamientos más recientes que otras instituciones emisoras de normas (por ejemplo USGAAP o UKGAAP) que empleen un marco conceptual similar al emitir normas. De la misma manera, se recurrirá a literatura contable y prácticas aceptadas en el mercado, en la medida en que no entren en conflicto con las fuentes mencionadas anteriormente.
La permanencia de las políticas contables
Una vez seleccionadas las políticas contables, se deben aplicar de manera uniforme para todas las transacciones, eventos y condiciones que tengan un comportamiento similar, a menos que una norma requiera o permita específicamente establecer categorías de partidas para lo cual diferentes políticas pueden ser apropiadas. Cuando una norma requiere o permite establecer tales categorías, se debe seleccionar la política contable más adecuada y aplicarla uniformemente a cada categoría.
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